El Colibrí, otro de los animalitos de Google que ha visto la luz a mediados de agosto de 2013, está llamado a traer la naturalidad, a optimizar para el usuario y no para un robot.
Colibrí ha supuesto no sólo no una variación en el algoritmo de indexación, sino un cambio de infraestructura. Era el paso lógico del motor de búsqueda para entender los contenidos web, el contexto y las intenciones del usuario en su proceso de búsqueda. Google ha mejorado la forma en que entiende el lenguaje, sabe discernir conceptos de forma más fiable gracias a su Knowledge Graph y ha alcanzado un nivel impresionante de personalización en las SERPs. Ahora, dos usuarios, en una misma ciudad, en un mismo barrio, pueden hacer una búsqueda idéntica y obtendrán resultados distintos.
No ha sido casualidad que el “not provided” de Google y el lanzamiento de Hummingbird haya sido casi simultáneo. Era un paso lógico. Las personas no buscamos palabras claves, cada día las busquedas son más concretas y exactas, sin olvidarnos de las consultas de voz a través del móvil, que llegan a ser hasta en forma de pregunta.
Si lo tuviemos que resumir en dos puntos yo diría: long tail y preguntas clave.
Google, a comienzos de este años 2013, dio a conocer que casi el 45 por ciento de las búsquedas globales ya eran frases largas. Esto no significa que haya que abandonar la keyword, pero si que hay que añadir una estrategia semantica. Ahora más que nunca “el contenido es el rey”.
